En esta entrada, voy a compartir parte de una exposición que realicé en clase de Educación y Sociedad del grado de Educación Infantil de la Universidad de Castilla - La Mancha (Toledo). En esta exposición, mi grupo y yo nos propusimos tratar la educación desde el punto de vista que nos ofrece la teoría del capital humano.
Pero, ¿qué es la teoría del capital humano?. Bien, en primer lugar tenemos que saber que el capital humano es un término referido al hipotético factor de producción que depende de la cantidad y la calidad de la formación de las personas (aquí entra la educación como factor clave) y la productiva de las personas involucradas en el proceso. Por lo tanto, ciertas teorías, sobre todo económicas, añaden este término en su definición, formando así la teoría del capital humano.
En esta teoría, planteada por autores como Mincer, Becker o Schultz, la educación posee un valor determinante dentro de la productividad de los seres humanos, recibiendo un impacto económico muy grande, tanto en beneficios sociales como en beneficios privados, generando ingresos, inserción en el mercado laboral y reducción de la pobreza. Sin embargo, estas teorías tratan a los seres humanos como meras máquinas que deben cumplir un objetivo para obtener un beneficio, lo cual no concuerda con los principios del desarrollo de los individuos. Bajo estas propuestas, los individuos de una sociedad no pueden desarrollarse cognitivamente de manera adecuada, porque no persiguen un fin propuesto por ellos mismos, sino que se les otorga un objetivo para obtener beneficio económico.
La educación, según estas propuestas, sirve para crear futuros trabajados. Tal y como dice el educador y escritor Ken Robinson en su conferencia Changing Paradigms, los centro escolares poseen multitud de similitudes con las fábricas laborales. Estas similitudes hacen que los niños y las niñas de esos centros se acostumbren a ese ambiente, por lo que en un futuro ya estarán acostumbrados a los ambientes de fábrica. Sin embargo, Robinson defiende una escuela no tan fabril, y que se base en el desarrollo cognitivo de los niños, el cual debe ser el fin último de cada centro: Crear personas competentes y libres de pensamiento, no máquinas.
En mi opinión, la educación debe servir para lo que defiende el señor Ken Robinson, para crear personas, no máquinas. Se han de cambar muchos aspectos dentro de la misma para que los centros dejen de parecerse a las fábricas laborales, y para ello necesitamos mejorar en todos los ámbitos de la educación: contenidos, metodología, etc... Es mucho más importante formar personas que posean su propio criterio y se valgan por sí solos en cualquier ámbito de la vida a formar personas que solo sepan trabajar, ya que esto va a afectar tanto a su vida, como a su moral, como a sus sentimientos.
Referencias
Mosquera, A. B. (2011). La educación y su efecto en la formación del capital humano. Apuntes del CENES , Págs. 45 - 59.
Pero, ¿qué es la teoría del capital humano?. Bien, en primer lugar tenemos que saber que el capital humano es un término referido al hipotético factor de producción que depende de la cantidad y la calidad de la formación de las personas (aquí entra la educación como factor clave) y la productiva de las personas involucradas en el proceso. Por lo tanto, ciertas teorías, sobre todo económicas, añaden este término en su definición, formando así la teoría del capital humano.
En esta teoría, planteada por autores como Mincer, Becker o Schultz, la educación posee un valor determinante dentro de la productividad de los seres humanos, recibiendo un impacto económico muy grande, tanto en beneficios sociales como en beneficios privados, generando ingresos, inserción en el mercado laboral y reducción de la pobreza. Sin embargo, estas teorías tratan a los seres humanos como meras máquinas que deben cumplir un objetivo para obtener un beneficio, lo cual no concuerda con los principios del desarrollo de los individuos. Bajo estas propuestas, los individuos de una sociedad no pueden desarrollarse cognitivamente de manera adecuada, porque no persiguen un fin propuesto por ellos mismos, sino que se les otorga un objetivo para obtener beneficio económico.
La educación, según estas propuestas, sirve para crear futuros trabajados. Tal y como dice el educador y escritor Ken Robinson en su conferencia Changing Paradigms, los centro escolares poseen multitud de similitudes con las fábricas laborales. Estas similitudes hacen que los niños y las niñas de esos centros se acostumbren a ese ambiente, por lo que en un futuro ya estarán acostumbrados a los ambientes de fábrica. Sin embargo, Robinson defiende una escuela no tan fabril, y que se base en el desarrollo cognitivo de los niños, el cual debe ser el fin último de cada centro: Crear personas competentes y libres de pensamiento, no máquinas.
En mi opinión, la educación debe servir para lo que defiende el señor Ken Robinson, para crear personas, no máquinas. Se han de cambar muchos aspectos dentro de la misma para que los centros dejen de parecerse a las fábricas laborales, y para ello necesitamos mejorar en todos los ámbitos de la educación: contenidos, metodología, etc... Es mucho más importante formar personas que posean su propio criterio y se valgan por sí solos en cualquier ámbito de la vida a formar personas que solo sepan trabajar, ya que esto va a afectar tanto a su vida, como a su moral, como a sus sentimientos.
Referencias
Mosquera, A. B. (2011). La educación y su efecto en la formación del capital humano. Apuntes del CENES , Págs. 45 - 59.
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